Como director y fundador de la Colegiata Marsilio Ficino y de la revista Symbolos y su anillo telemático, quiero presentar este nuestro blog oficial de la Colegiata, que esperamos sea ágil y dinámico pese a la profundidad del pensamiento que le es inherente. Lo hacemos también con el Teatro de la Memoria, una nueva manera de percibir lo ilusorio y la ficción que uno puede vivir trabajando en el laboratorio de su alma e intelecto, lo cual es una novedad ya presentida en el tratamiento de la cosmovisión y su representación teatral. Por lo que deseo a esta forma de expresión del Arte –que sin embargo tiene precedentes ilustres– la mejor de las andaduras y el mayor éxito.
Federico González

miércoles, 27 de mayo de 2009

Teatro de la Memoria

.
Arte de la Memoria
.
Como se sabe, Mnemosine era la madre de las musas, por lo que se puede apreciar el carácter sacro que se le atribuía en Grecia. Los griegos conocieron este Arte del que también nos habla posteriormente Cicerón, consistente en “memorizar” por una serie de imágenes y asociaciones, distintos conceptos en modo indefinido para procurar estados diferentes de la conciencia. Generalmente, –lo que no suele ser excepción– se lo utilizaba de modo literal, para recordar cuestiones particulares u organizar un discurso, tal como los distintos métodos mnemotécnicos actuales: la memoria mecánica, la recitación, el canto, el teatro profano, etc.
.
Empero sus alcances son mucho más vastos, como lo entendió el Renacimiento y autores como Giulio Camilo (que construyó una edificación en madera llena de cajones con diferentes imágenes en distintos lugares en forma de escenario, el Teatro del Mundo, o Tomasso Campanella que en los muros de su ciudad utópica La Ciudad del Sol se narró la cosmogonía pintada de diferentes maneras, colores y en distintos lugares; igualmente Giordano Bruno dedicó varios tratados al tema entre ellos Ars Reminis (ver Frances Yates, El Arte de la Memoria y Giordano Bruno y la Tradición Hermética). Demostraban así su interés y un conocimiento que ya en la Edad Media lo había practicado Ramón Llull, que utilizando elementos de la Cábala (pero no en hebreo) en su Ars combinatoria plasmó una ciencia semejante.
.
En la actualidad nosotros, en La Colegiata Marsilio Ficino, utilizamos un sistema análogo combinando las sefirots de la Cábala con las láminas del Tarot (en sí un libro de la memoria) con los números pitagóricos y las imágenes particulares que este tratado mudo contiene. Igualmente, como ya hemos dicho, empleamos junto con él al Árbol de la Vida, diagrama cosmológico de la Cábala hebrea y su división en tres planos o mundos de existencia. Este último sistema tiene múltiples asociaciones con distintos otros (como la astrología y la mitología, la geometría y numerología, por lo que innumerables analogías multidimensionales se manejan de una manera permanente, sin contar las que el idioma hebreo efectúa de continuo con los atributos y nombres divinos (sefirots), y su ubicación y relación con los restantes dentro del Árbol de la Vida Cabalístico. Por lo que esta metodología y sus visualizaciones combinadas con la respiración y la simbólica de todos los pueblos que aquí sólo se apunta en sus múltiples variantes, constituye un verdadero sistema de Conocimiento, basado en la meditación y en construcciones y edificios mentales que el estudiante debe incorporar en su interioridad y que darán fruto a corto, mediano y sobre todo a largo plazo, produciéndose cada vez por medio de transmutaciones, muertes y renacimientos, una concepción totalmente nueva del Universo que se expresará en todos los ámbitos de su vida de un modo permanentemente nuevo y de una forma que algunos podrían tildar de Teúrgica. Las armas estratégicas son la fe y la paciencia en los momentos en que por muy distintos motivos éstas son imprescindibles.
.
Arte Real
.
Nombre dado a la Alquimia por sus cultores, que no hacían diferencia entre Ciencia y Arte; también gustaban llamarse filósofos o artistas y hacían ciencia experimentando en si mismos los efluvios internos y externos, como la presión, la asfixia que nos lleva a la muerte, o la libera, y los estados que nos provocan estos flujos y coagulaciones instantáneos en relación con su intelecto y, por cierto, con su alma. Otro de sus nombres es Metanoia.
.
Teatro Sagrado
.
El Teatro es una de las artes tradicionales de realizar un trabajo de transmutación interna; por eso es sagrado en muchas civilizaciones y culturas, entre ellas la griega que lo ponía bajo el patrocinio de Talía y Melpómene, la comedia y la tragedia, las dos carátulas de la escena griega.
.
El mundo entero es un gran teatro donde se produce la ilusión de la existencia de los personajes, por eso su emulación es una forma indicadísima de la labor iniciática donde se conjugan la memorización (una forma del Arte de la Memoria) de los textos junto con la comprensión del personaje y lo que éste dice, su situación y movimiento en el espacio teatral, el tono de la voz, sus gestos, etc., a lo que deben agregarse los ensayos, el estreno y la suma que resulta de todo ello que abre en la conciencia mundos siempre renovados que mantienen perennemente vírgenes a quienes se prestan para ello y que mueren y nacen con cada personaje al que actualizan permanentemente en cada representación.
.
El teatro ha sido siempre una representación de la vida. En el Teatro sagrado chino, japonés y balinés se representa la cosmogonía, la intervención de los dioses y sus andanzas como es el caso de los hindúes. En cuanto al occidente judeo-cristiano y greco-romano que es nuestra herencia y al que pertenecemos –igual que en las tradiciones precolombinas– el teatro tiene orígenes sagrados y en él se suelen representar no sólo las aventuras de sus dioses, sino también la de sus héroes y guerreros unánimemente presentes en todas las culturas, asimismo íntimamente ligadas a la danza, por lo que ésta, el canto y la música se presentan como entrañablemente unidas y conjugadas en el teatro que las acoge.
.
Actores romanos danzando con sus máscaras y sus intrumentos musicales
.
Frecuentemente el teatro es asociado a la irrealidad de la existencia, visto así por los propios autores teatrales, igualmente la vida como un sueño, o la realidad en la que acreditamos como el gran Teatro del Mundo según Calderón de la Barca. Shakespeare tampoco es una excepción al pretender que la vida está hecha de la misma sustancia de los sueños.
En todo caso siempre hay algo paródico y hasta por ello grotesco en cada representación, lo que puede ser sublimado por los actores en la catarsis que acompaña siempre a la actuación, a veces en los insospechados medios en que se expresa la posibilidad universal, la que por definición es indefinida.
.
Por nuestra parte queremos insistir en esta posibilidad vinculada con la magia y aún con la teúrgia. Generosa madre, el teatro nos brinda la activación de la memoria original sobre todo aquello que hemos olvidado, que no podemos recordar, y consolida paradójicamente nuestro núcleo central al que se llega en este caso de la memoria, por la anamnesis, la “reminiscencia” y también por otras tantas vías tradicionales.
.
Nos dice René Guenón en su estudio El simbolismo del Teatro (publicado en Aperçus sur l’Initiation) que los “misterios” o autosacramentales medievales son formas de teatro sagrado. Así lo entendemos, pero sin olvidar el teatro (comedia del arte), representaciones, procesiones y desfiles renacentistas italianos u obras como La Tempestad de Shakespeare y todo el tono de su dramaturgia (y comedia) propios de lo espiritual-intelectual, tal como lo destaca Frances Yates en su libro La Filosofía Oculta en la Época Isabelina.
.
El espectáculo más teatral de todos es el de una noche serena iluminada por los astros –efervescente de grandeza– que están ya en otra cosa o habrán muerto pues los vemos, tal cual eran hace un millón 600 mil años (debido a la velocidad de la luz), antes del eón actual.
.
Federico González
.

lunes, 11 de mayo de 2009

Nuevas representaciones de "Festival de Monólogos" y crítica de su reciente estreno

.

. .
En "Ruqueria Querubí":
http://www.ruqueriaquerubi.blogspot.com/, espacio teatral situado en el corazón del barrio de Gracia de Barcelona, se representarán durante cinco sábados consecutivos (desde este sábado 16 de mayo hasta el 13 de junio) cuatro monólogos alternados de los nueve que componen este "Festival de Monólogos".
.
C/Perla, 11
Horario: 22,30h
Precio taquilla: 8 euros
6 euros reservando las entradas con antelación en:
.
Sábado 16 de mayo
La Torre de Destrucción, de Mireia Valls, por Esther Torrella
Adiós al Observatorio, de Marc García, por el autor
La Partida de Oca, de Pedro Abío, por Antoni Guri
La Encrucijada, de Ana Contreras, por Lucrecia Herrera

Sábado 23 de mayo
La Carta, de Antoni Guri, por Carlos Alcolea
La Rueca, de Beatriz Ramada, por la autora
Destino, la Libertad, de Carlos Alcolea, por Pedro Abío
La Encrucijada, de Ana Contreras, por Lucrecia Herrera

Sábado 30 de mayo
Recordando, de Esther Torrella, por Mireia Valls
Adiós al Observatorio, de Marc García, por el autor
El Ángel Escultor, de Àlvar Gràcia, por Ana Contreras
Destino, la Libertad, de Carlos Alcolea, por Pedro Abío
La Encrucijada, de Ana Contreras, por Lucrecia Herrera

Sábado 6 de junio
La Torre de Destrucción, de Mireia Valls, por Esther Torrella
Destino, la Libertad, de Carlos Alcolea, por Pedro Abío
La Rueca, de Beatriz Ramada, por la autora
La Carta, de Antoni Guri, por Carlos Alcolea


Sábado 13 de junio
La Rueca, de Beatriz Ramada, por la autora
La Partida de Oca, de Pedro Abío, por Antoni Guri
El Ángel Escultor, de Àlvar Gràcia, por Ana Contreras
Recordando, de Esther Torrella, por Mireia Valls
.
...
.
Acabamos de recibir una vibrante crítica de Carmen Ezpeleta, amiga de La Colegiata desde sus orígenes, que se desplazó desde Zaragoza para asistir al estreno en "Cotxeres Borrell":
.
.
El Teatro de La Colegiata Marsilio Ficino conmueve literalmente; a la manera del pathos del teatro griego; diríamos que “no deja a nadie indiferente”, si no estuviera tan pervertida tal expresión. O, a lo grande: deviene en catarsis; y obra catárticamente porque “mueve” tanto a los actores como a los asistentes hacia nuevas evidencias de la Verdad. En este Festival de Monólogos se plantea una deliciosa paradoja ya ab ovo, y desde el título: la algarabía que orquestan las distintas personas y voces que dramatizan los monólogos[1] ; las diversas manos que los han escrito (el género monólogo sometido literariamente a variaciones, etc.) para encarnarlos ellos o para otros; tantos corazones aglutinados en torno a la expresión y representación de materiales tan variados, decimos; contrasta con el género monólogo con el que La Colegiata ha trabajado esforzadamente (a tenor de ésta, su más excelsa actuación en el marco del Teatro de la Memoria en el que trabaja desde hace años con su director, Federico González[2]. Monólogo. Una Voz (Verbo) sólo puede hablar consigo misma, y la comunicación destilada la podríamos llamar Palabra, o Logos. La *Una Voz se resuelve y expresa a sí misma en una suerte de palabra polifónica, politonal y festiva, la de nuestra Obra, Festival de Monólogos.
.
.
Es un “Retablo de las Maravillas”, literalmente, porque la esencia, subliminal, alquímica, se va entretejiendo sobre sí dibujando con palabras que dicen Verdad una Realidad; y una realidad teatral, además. El prodigio estriba en que vemos ante nuestros ojos, y de forma sincrónica, la misma trama haciéndose paño y el tejido que resulta; meta-teatro y teatro; o de otra manera: el nacimiento in fieri de la Palabra desplegada en vocalizaciones distintas que todas la contienen; como el leit-motiv del Bolero de Ravel, (una suerte de minimalismo colorista y juguetón que, corregido y aumentado, deviene en gran orquestación epifónica), que, por cierto, provocó el abucheo de los que asistieron al estreno: les parecía una tomadura de pelo. (Nada nuevo, como ven).
.
El teatro que impulsa Federico se hace libre porque escribe para todos los públicos (y aglutina distintas lecturas en la misma pauta): para aquellos que asistimos al rito y con el rito que se ofrenda sobre las tablas (los asistentes); y para los espectadores (la “inmensa minoría” que espera en las renacentistas sillas de terciopelo). Su lenguaje es el más excelso ejemplo de palabra justa, exacta y carente de afectación; diríase medido. Será por eso que nos resulta pathético en su hondísimo gozo liberador, en la alegría chispeante que prende, de repente, en el asistente y lo mueve hacia la Vida y hacia la Luz.
.
.
Es un gesto de liberalidad por parte de La Colegiata ofrecerse a todos; y, por si fuera poco, y para los que remoloneamos en la laxitud del duerme-vela, un KiKiRiKi nos despierta a buena hora. No obstante, en la magnífica representación del Festival de Monólogos, la Voz era Una, aunque, como tratamos de explicar, desgranada en un discurso polisémico que habla a hombres libres y atados, cojos y mancos incluidos (No podemos dejar de acordarnos de la bonhomía de Ravel, que escribió para pianistas mancos (¡). Solo nos queda concluir esta reseña insistiendo en que el teatro de La Colegiata resulta perfecto, en su sentido de ‘acabado`, redondo, completo, cabal. Su Obra realiza de facto el rito primigenio de la creación in fieri, sincrónicamente e ipso facto, al tiempo que celebra el nacimiento de la criatura, ante las desencajadas órbitas de los que tenemos el privilegio de disfrutar en este Festival del engaño con la Verdad, que como afirmábamos arriba, no es sino una, entre las voces, Una. El teatro en estado puro, mágico, pues, hay que decirlo ya, lo nunca visto: ofrécese transformación, transfiguración y aun rapto para todos los que se acercan a él. Este Festival ha adelgazado tanto el discurso, el atrezzo, el entretenimiento, todo lo que estorba, que ha hallado la quintaesencia del lenguaje alquímico: el Monólogo como articulación arquetípica del nacimiento del Logos; la comunicación directa entre el Verbo y el Logos, el íntimo tuteo entre hombres y dioses. O, como lo expresó el poeta otrora simbolista: “Quien habla solo, espera/hablar a Dios un día”.
.
[1] Como la apoteosis hacia la que se encamina deciso y ostinato el Bolero, de Ravel.
[2] La representación del pasado ocho de mayo fue, sencillamente, el no va más, una actuación divina para la que La Colegiata se ha preparado concienzudamente y que estrenó un estilo más directo, más verdadero (que no verista), una auténtica revelación, ya decimos. No puedo por menos de destacar la dramatización desesperada de ese último hombre, enajenado ya, pero revelándonos, en su encarnación desnuda un último sonido subliminal y onomatopéyico que, a voz en grito, nos reclama como señuelo de aquel “pájaro más sublime que todos los demás”: KI KI RI KI. Pero si tuviera que entresacar otro momento mágico de la Obra, fue el ballet de los tramoyistas y el gozo de vivir los entre-actos, que a manera de delicados entremeses nos regalaron los más jóvenes de La Colegiata.
.
.

domingo, 3 de mayo de 2009

Estreno "Festival de Monólogos" y tres nuevas notas

.
Les esperamos este viernes, 8 de mayo en el estreno:
.

.
.

Lugar: Espai Tísner. Cotxeres Borrell - C/ Viladomat, 2-8. Barcelona

Fecha: Viernes 8 de mayo de 2009
Horario: 22 h
.

Teléfono: 933 24 83 50
Metro: L2 (Sant Antoni), L3 (Poble Sec)
Bus: 20, 24, 64, 57, 157, N0 y N6
Puntos de venta: En el mismo teatro
Precio: 4,10 €

.

DESTINO, LA LIBERTAD
.
de Carlos Alcolea
.
Intérprete: Pedro Abío
.

La Libertad está más allá de cualquier condicionamiento, este es el destino de un iniciado, y es por ello que éste se viva cada vez más ajeno al mundo, de aquí que pueda denunciar, tal como hace el personaje, con lucidez la situación actual como “una noche oscura” para la humanidad, ya que “el hombre corrompido desde hace tiempo por la hipocresía y la ignorancia se ha convertido en esclavo de su propio pensamiento, tan menguado y rígido que de continuo mezcla y confunde cosas”.
Hasta tal punto se ha generalizado “el desprecio a los Dioses y a todo lo Sagrado”, y se trata de eliminar “cualquier intento que se haga por revelar lo verdadero”, que el autor lo ha expresado representado a su personaje como un reo ante un tribunal inquisitorial, acusado de matar a un joven... Acusación que es el punto de partida para ir revelando, a lo largo del monólogo, un proceso interno de transmutación, del que se nos refieren experiencias simbólicas que convergen en un acto sagrado por el cual la individualidad es asesinada. Veredicto, entonces: víctima y asesino.
Si hay fuego alquímico en el texto, igualmente podemos decir de la interpretación, intensa y vivida, que consigue que este fuego sea perceptible, disolviendo lo que no es, y por otro lado afirmando algo que por su naturaleza es inexpresable y pertenece al Misterio.

Beatriz Ramada

...

.

.

LA RUECA

de Beatriz Ramada

Intérprete: Beatriz Ramada

.


“¿Cómo se convierte la caverna en montaña?, o lo que es lo mismo, ¿cómo aprehender el lenguaje que lo revela?. El lenguaje de los símbolos y las certezas.”

Con estas preguntas se abre y se cierra este texto circular, donde la Rueca, como imagen simbólica del Cosmos, se convierte en la clave para contestarlas y revelar la estructura invisible de la trama.

En la obra se descubre que la expresión de la Verdad es la Tradición, presencia viva que nos une con el Principio, evocado por todas las culturas tradicionales que nos han legado una enseñanza. El Hilo de Ariadna se presenta entonces como la posibilidad para acceder al conocimiento de otros grados de la conciencia, de otras lecturas de la realidad, como una cadena que nos une con la fuente de la que mana toda Sabiduría.

Beber de ella supone adentrarse en el misterio, que aparece como la única garantía, la promesa liberadora de que es posible aprehender la Verdad. En cambio, la elección de continuar aferrados a nuestros deseos condicionados supone afirmar una individualidad que nos es sino algo perentorio que desaparecerá tan pronto el nudo sea desatado, por su puesto sin que ello afecte lo más mínimo al gesto perenne de la Gran Tejedora. En su íntima reflexión descubre que la paradoja está en que sólo a través de la negación se obtiene la respuesta, como una disolución que precede a una coagulación, a una certeza.

La hoja en blanco del principio de la obra comienza a ser escrita al final, la poética meditación que la actriz vivifica con belleza y armonía le conducirá hacia la afirmación de lo que es en verdad, ayudada por un cuaderno donde guarda imágenes simbólicas, y por una caracola que parece transmitirle el canto del heraldo proverbial. “Es momento de ejercitar la Memoria, la Inteligencia revela una Sabiduría, y ambas conforman una Voluntad de Ser que es el inicio y el fin de todo lo nombrable”.
.

Pedro Abío

...
.

.

LA PARTIDA DE OCA

de Pedro Abío

Intérprete: Antoni Guri

.

Sorprendente es la idea de un “Festival de Monólogos”, expresión cada uno de ellos del camino interior que cada ser hace en la soledad de su corazón y que en su conjunto se puede ver como distintas imágenes de un camino arquetípico hacia el Centro, hacia la Libertad.

En el de “La Partida de Oca” el autor nos deja asombrados al explicarnos cómo muchos de los juegos que conocemos y que disfrutábamos en nuestra infancia tienen un origen sagrado, pues por su diseño y fuerza simbólica son capaces de ser soportes de la realización del Sí mismo.

Para ello escoge el juego de la oca, juego de índole sacerdotal egipcio. En el escenario aparece el actor, un peregrino que bien puede ser un mago o un alquimista recorriendo el camino con sus instrumentos:
Un bastón, símbolo de lo vertical, de la Tradición, en el que se apoya y que nunca pierde de vista.
La magia de los números expresada en cada tirada por los dados.
Y un camino de imágenes en espiral hacia el centro, el tablero, jalonado de pruebas y ayudas. El cual nos recuerda al Tarot, libro de sabiduría hecho igualmente de imágenes, números y formas geométricas según la tirada, que también proviene de Egipto.

Y así es como el actor, imbuido de la verdadera magia actualiza el texto en este instante vivificando el rito de una partida, este universal recorrido iniciático en el que se le desvela la función del hombre, unir el cielo y la tierra atravesando las aguas, en el puente; la necesidad del desapego al decir: “de paso te quitas algunas cosas que cogiste y que no eran tuyas”, en la posada; el necesario descenso a los infiernos expresado en el pozo; las veces que uno se pierde y que guiado por el hilo de Ariadna debe encontrar de nuevo la salida, en el laberinto. Y habiendo recorrido mucho camino su alma es capaz de contemplar la Belleza de lo creado y al mismo tiempo la cárcel que supone los límites de las coordenadas espacio-temporales de todo lo que existe. Al acercarse en su juego a la muerte, la casilla 58 (5+8=13), nos dice: “a partir de ella la dualidad llegará a su fin” es la posibilidad de contemplar la Unidad del Todo. Ya al final de la partida, la salida del juego, está ahí.
Invocando la Gracia tira sus dados, y va a parar a la muerte, ha agotado unas posibilidades pero el camino es largo y las muertes y resurrecciones se suceden continuamente, aunque todas son en realidad una misma muerte. Con dolor y esperanza empieza de nuevo exclamando que: “quizá por vez primera contemplo el Principio del Fin”. Mostrándose dispuesto a seguir con firmeza su peregrinaje hasta salir del juego por el Centro, saltar al abismo donde no existe nombre ni número, la Libertad.

En su entregada y excelente interpretación el actor actualiza todo este camino y permite a quien contempla el espectáculo reconocer en su alma estas estancias, certezas y vivencias, deviniendo así el espectáculo un acto sagrado, una muestra del verdadero Teatro Sagrado.

Margarita Batlle

...