Como director y fundador de la Colegiata Marsilio Ficino y de la revista Symbolos y su anillo telemático, quiero presentar este nuestro blog oficial de la Colegiata, que esperamos sea ágil y dinámico pese a la profundidad del pensamiento que le es inherente. Lo hacemos también con el Teatro de la Memoria, una nueva manera de percibir lo ilusorio y la ficción que uno puede vivir trabajando en el laboratorio de su alma e intelecto, lo cual es una novedad ya presentida en el tratamiento de la cosmovisión y su representación teatral. Por lo que deseo a esta forma de expresión del Arte –que sin embargo tiene precedentes ilustres– la mejor de las andaduras y el mayor éxito.
Federico González

martes, 28 de abril de 2009

Tres nuevas notas sobre el "Festival de Monólogos"

.
Les avanzamos tres nuevas notas del Festival de Monólogos, que como saben se estrenará el próximo 8 de mayo en las "Cotxeres Borrell".
.

RECORDANDO
.
de Ester Torrella
.
Intérprete: Mireia Valls
.
.
En el escenario, una hermosa mujer ataviada con indumentaria primaveral y tocada con un gorrillo blanco riega con un agua invisible unas plantas igualmente invisibles a las que canta y acaricia. Formas sutiles reveladoras de arquetipos universales y paridas, por causas misteriosas, por la Gran Matriz que contiene a todas las posibilidades de manifestación y de no manifestación, en el Seno Absoluto e Incognoscible que es la única Realidad verdadera.
Y es del despertar a esta Realidad de lo que trata Recordando. Del despertar de la conciencia promovida por la Palabra sembrada a voleo que cae “en la fértil tierra del corazón”, por la voz transportada por el viento del espíritu “que sopla donde quiere” y deja en cinta a quien quiere, y por el fuego interior que conduce “más allá del tiempo y del espacio a otra realidad simultánea”.
La experiencia iniciática que la actriz nos relata con un bello registro poético es la que jalona el comienzo de un camino solitario de búsqueda y realización al margen de lo socialmente establecido, de un viaje “de mil millas” desde el interior de una pequeña habitación elevada “a la categoría de templo” hasta “la tierra oculta del Agartha”, una ciudadela del pensamiento en que la monologuista se reúne con los integrantes de la Cadena Áurea para afirmar al unísono con ellos: “El único deseo que habita en mi alma es el de ser absorbida por el Principio hasta la total identificación con Él. Trascender la dualidad y devenir Uno y conocer el Ser, nuestro Sí mismo que Él simboliza, para desde allí, ser catapultada hasta desaparecer en la Nada, en el ‘oscuro más que luminoso’ que le precede. En el No Ser.”
Descubrimos así que esta pieza - al igual que el resto de las que componen el Festival de Monólogos - no es un mero ejercicio literario sino la transcripción de un mito, de una historia arquetípica que han vivenciado los iniciados de todos los tiempos cuya voluntad ha sido sumarse a su Destino y realizarlo. De una transmutación que sucede en un eterno presente y que se refleja en todos los planos de la existencia, como bien comprende quien afirma que “somos, contenemos y soportamos a todos los actores de la obra al mismo tiempo.” Enhorabuena a la autora, a la protagonista y a los directores de escena por esta obra de arte, y nuestro agradecimiento por su generosidad.

Marc García

···
.
.
LA CARTA
.
de Antoni Guri
.
Intérprete: Carlos Alcolea
. .
Esta obra nos presenta la biografía de un alma encarnada en un hombre que vive el vacío, la soledad y el desarraigo. Un alma que se sabe huérfana sin saber de quién, que no consigue encajar en una sociedad en la que todos parecen sentirse cómodos.
Gracias a una carta hallada por azar entre las páginas de un libro, el protagonista va a situarse en el punto de partida de un viaje interior que, sin apenas conciencia, había iniciado en los albores de su juventud en busca de su verdadera identidad.
El autor ha conseguido dar forma a un proceso invisible que sucede en la intimidad y la soledad del corazón del protagonista, configurando un relato en el que se alternan y se confunden a la vez su pasado y su presente, una exposición lúcida, profunda y valiente, extremadamente intensa y rica en matices del viaje del alma a través de los mundos interiores para recuperar la memoria de su origen.

La pausada lectura de la carta se va alternando con los momentos de profunda e íntima reflexión que su contenido genera en el protagonista. Con la perspectiva que le ofrecen los años y las vivencias que le separan del momento en que decidió escribirla, descubre que únicamente en el apasionado deseo de vivir y de fundirse en el amor erótico que animó su juventud, había conseguido encontrar por instantes fugaces, un cierto atisbo de identidad, un sentido de hogar que rápidamente se esfumaba y lo impulsaba hacia una nueva búsqueda precipitada. Este fue el incentivo, el punto de partida de su peregrinar, Eros le llevó de la mano sirviéndole de hilo conductor en un viaje interno en el que el autor nos describe parajes abismales a menudo llenos de dolor, incluso de terror, momentos de confusiones y contradicciones, antesala del despertar definitivo a la plena conciencia de su auténtica filiación. La carta, que nunca fue enviada, se revela pues como puente, memoria y síntesis de la trama.

La obra, magistralmente interpretada por Carlos Alcolea, “cala hondo”en el silencio de la sala. Su actuación atrae el interés y la concentración en el personaje que él representa y esto permite “dejar de pensarse” olvidarse y vaciarse del ruido de la mente racional. Carlos, habla, susurra, grita al oído del espectador, lo acerca sutilmente al alma del protagonista consiguiendo que ambos resuenen en una única frecuencia. Sirve en bandeja el billete para viajar con él por la ruta de la luz y de las sombras con origen y destino en el Amor. Uno siente en sus propias entrañas la frustración, el hastío, la pasión y el desasosiego de un corazón que lucha por conocer y renacer a su verdadera identidad. Uno se identifica con los retos y desconciertos del protagonista y celebra con él su retorno al hogar del que sólo partió al perder la memoria de su origen.


Ester Torrella

···
.
.
EL ÁNGEL ESCULTOR
.
de Àlvar Gràcia
.
Intérprete: Ana Contreras
.
.
A lo largo de este bello texto, nos asaltan ciertas imágenes que forman parte de la Memoria Sagrada inherente al propio tejido vital, pues el recuerdo, la evocación de lo divino constituye la trama y urdimbre de la creación. Estas ideas, que se remontan al principio de los tiempos son anteriores al ser humano, y por sí mismas constituyen los pilares básicos sobre los que se asienta el mundo. Qué sería del tiempo si la eternidad no estuviese detrás, entendida como la causa original que se hace visible a través de sus producciones, manifestadas como un reflejo invertido del Principio generador. Para comprender este tipo de nociones simplemente se requiere sencillez, es decir, un corazón inocente, vacío de todo prejuicio en donde pueda expresarse vivamente el espíritu. En lo que a pureza se refiere, quien mejor que un niño para encarnar un estado que se refiere a la espontaneidad en armonía con lo divino. Como punto de partida, esta pieza teatral nos presenta a una pequeña muchachita que durante la noche se despierta sobrecogida ante una sombra alada que rasga el silencio y la quietud de la noche. Un planteamiento dramático muy atractivo, cuya puesta en escena liga con la idea del seno materno. En efecto, en el marco apacible y oscuro de una alcoba, la protagonista sentada sobre su cama, se arrebuja entre las sábanas mientras se plantea dudas existenciales de una forma sencilla, como lo haría un niño. Temerosa ante lo que intuye, comienza un discurso lleno de inocencia, que nos traslada al recuerdo añorado de una ingenuidad en estado puro. Todo ello a través de imágenes tan familiares como los ángeles y otras criaturas de Dios que la niña describe a su manera, intuyendo algo que le excede y no sabe cómo nombrar. Sin salir de su dormitorio, esta chiquilla evoca mundos arquetípicos, dejando atrás incluso el reino de la fantasía. Gracias a la remembranza invocada a su través, el espectador puede realizar un viaje por los distintos planos de la manifestación, poblado por seres míticos, que entroncan con ideas pretéritas anteriores al hombre. Toda una enseñanza y un disfrute para quien busque la verdad con la lucidez intuitiva del corazón, residencia de la esencia divina. Un lugar que no está ni aquí ni allí, pues no se trata de un espacio físico sino más bien de un estado interior, una cualidad de ser cuya plenitud tiene que ver con la genuina ausencia de todo condicionamiento, de toda limitación. Por ello, quién mejor que una niña para expresar lo inefable. Ya el Maestro Jesús se pronunció en este sentido cuando pidió a los suyos que dejasen a los niños acercarse a él.
Tenemos ante nosotros un texto capaz de cautivar al público, pues los principios que en él se expresan y el desenfado con que están escritos lo hacen muy sugerente y agradable. Nada fácil de actuar, por cierto, pero la actriz se desenvuelve con soltura durante todo el monólogo, encarnando con verosimilitud un personaje ciertamente complicado, por las ideas que formula y por la naturaleza del mismo, ya que se trata de representar con credibilidad a una niña.
Tras ver unos ensayos de esta bella pieza, surge una última pregunta, ¿Quién está detrás de los fundamentos primordiales que plantea la niña? ¿Tal vez el autor del texto?, ¿Y quién detrás del autor?


Carlos Alcolea
···

viernes, 24 de abril de 2009

Notas sobre el "Festival de Monólogos"

.
Les avanzamos unas notas de tres de los monólogos que componen este Festival, que como ya les anunciamos se estrenará el próximo 8 de mayo en las "Cotxeres Borrell".



LA ENCRUCIJADA

de Ana Contreras

Intérprete: Lucrecia Herrera
. .
Un monólogo profundo de una mujer de mediana edad que advierte una y otra vez los engaños que le presta su mente y que le hace víctima reiterada de la ilusión. Pero a la luz de la reflexión serena, de una enseñanza que ha elaborado, se retira de las contradicciones a que se encuentra sometida por las trampas y ensoñaciones propias del mundo que la rodea y tomando conciencia de la situación logra vincularse al centro de su ser, donde puede verse desde fuera de las distintas encrucijadas a que la somete su existencia. Y advierte que es desde allí, desde un presente reiterado, y un lugar intangible donde se han suprimido los opuestos, que puede recuperar su identidad, su auténtico ser. Esta verdadera epopeya se va desgranando con calma, apaciblemente mediante el expediente de recordar verdades internalizadas y ya sujetas a la experimentación, hilvanando un discurso claro pero al mismo tiempo rico y colorido que no baja de tono hasta el final donde la protagonista comprueba ensimismada que es a la vez el objeto y el sujeto de la creación, el brillante y la luz que éste refleja.
Impecable interpretación de Lucrecia Herrera. Medida, justa, pausada, pone en claro ideas muy profundas que gracias a su actuación, sin dramatizaciones ni eufemismos innecesarios, puede prestarles voz con una economía de gestos admirable, logrando verter estas ideas extraordinarias como si fueran verdades sencillas y habituales, mientras el dios Jano guiña un ojo casi imperceptiblemente a autora e intérprete.
.
Federico González
...

.

ADIÓS AL OBSERVATORIO

de Marc García.

Intérprete: Marc García

.

.
El director de un Observatorio Astronómico de gran solera desenmascara ante una audiencia de “especialistas” y “autoridades” muchos de los errores a los que se ve rebajada la investigación y la ciencia tal como las entiende el mundo moderno, errores que se refieren fundamentalmente a la experimentación por la experimentación y al análisis cuantitativo, racional, fragmentado y parcial aplicado a todas las disciplinas, lo que las convierte en algo mecánico y apenas traducible a meras acumulaciones de datos, estadísticas e hipótesis que nuevos experimentos rebatirán, cayendo todas las ramas del saber en un relativismo sin salida. Pero sí hay una salida, y así lo testimonia el conferenciante, que pasa paulatinamente de un discurso formal, envarado y estéril a la confidencia sincera de unos acontecimientos extraordinarios que irrumpieron hace poco en su vida y que resquebrajaron su “triste programación”, haciéndolo nacer a una nueva realidad de sí mismo y de aquello a lo que había dedicado su existencia.
Y así el actor abandona su puesto de distinguido “científico” distante y se aproxima a un público que no puede dejar de sorprenderse por el tono y contenido de las experiencias que les transmite, y que tienen como centro y eje su encuentro con las raíces del “Conocimiento” o lo que es lo mismo, con la “Ciencia Sagrada”, todavía viva en los oscuros tiempos actuales. Enseñanzas que tenía muy cerca, en su propia casa, y que tozudamente había rechazado, hasta que una serie de “garrotazos” lo hacen despertar e iniciar el viaje interior, que ahora no duda en revelar con toda naturalidad sobre el escenario, invitando a la audiencia a sumarse a esta gesta, por supuesto libre y voluntaria.
El señor perfectamente trajeado se desnuda sobre el escenario, pero es de una desnudez mental de lo que hablamos -la más difícil de realizar por otra parte-, o sea que se desprende de los cientos de prejuicios, ideas preconcebidas, fantasmas, rigideces y errores en los que había acreditado y que lo habían retenido en una visión dual y nihilista de la realidad. Y aunque su discurso es interrumpido por los cánones del acto que marcan intervenciones muy acotadas, él se marcha con una despedida sorpresiva y señalando la puerta y las herramientas para quien quiera iniciar una nueva vida, al alcance de todos los que la deseen de corazón.

Mireia Valls

...

.

LA TORRE DE DESTRUCCIÓN

de Mireia Valls

Intérprete: Ester Torrella

.


Una mujer interpreta una tirada del Tarot, es decir la escenifica, pone palabras y gestos a lo que el oráculo ha manifestado desde el centro de la cruz.
Asistimos a una radical función de teatro sagrado, lo suprahumano toma cuerpo, la actriz encarna y por tanto transmite un mensaje y paulatinamente hacemos nuestra su catarsis, su transformación.
No hay distinción entre representación y texto, idéntica la nitidez del fondo y la forma.
La voz claramente modulada, acompasada alrededor del silencio, los movimientos limpios, bien dibujados. Una silueta que ora blande valientemente una espada, ora se trasforma en el príncipe Hamlet, quien felizmente y de una vez por todas une “ser y no ser”. Que dirige su mirada al cielo, al sol como el águila, y que traspasa su corazón con una daga. Que se angustia entre las paredes de la torre y que sarcástica se ríe de los “paraísos materializados” Y todo ello sin afectación pero muy “teatralizado”, no en el sentido peyorativo que otorga la crítica actual a este término, de gesticulación impostada que se añade para subrayar momentos psíquicos álgidos, sino como expresión precisa y espontánea de la idea, como una danza que no se añade a la música sino que se desprende de ella.
Se trata de una representación minimalista, sintética -como todos y cada uno de los monólogos restantes- y en la que consecuentemente nada falta. Quisiéramos recomendarla a los amantes del teatro, también a aquellos que nunca se han sentido interesados por el Tarot o lo esotérico y que sin concepciones previas contemplen y se dejen sorprender.
Y tras el despliegue del espectáculo, la vuelta al centro, desde donde hemos observado una estimulante dramatización que alternativamente se contrae y expande, nos aprisiona y libera, sin olvidar claro está que “lo inmutable ni se inmuta”.

Antoni Guri

...

lunes, 20 de abril de 2009

SANT JORDI 2009

.

.
Este jueves 23 de abril, festividad de Sant Jordi, el Centro de Estudios de Simbología y la Colegiata Marsilio Ficino tendrán una parada de libros y rosas en el Paseo de Gracia de Barcelona, frente al número 108 de dicha vía (entre Roselló y Diagonal).

Entre los libros podrán encontrar como primicias editoriales la novela Defensa de Montjuïc por las Donas de Barcelona, de Federico González Frías, y el DVD de la obra En el Útero del Cosmos, puesta en escena recientemente en el Teatreneu por la Colegiata Marsilio Ficino.

Si en su paseo tienen oportunidad de visitarnos, estaremos encantados de atenderles.
.

martes, 14 de abril de 2009

Gran Festival de Monólogos

. .
Después de varios meses de concentración, La Colegiata Marsilio Ficino nos ofrece un nuevo trabajo. Se trata de “Gran Festival de Monólogos”, concretamente nueve, escritos e interpretados todos ellos por miembros de la Colegiata.
Nueve radios distintos que acceden a un mismo centro (9+1= 10 = 1+0 = 1).
Nueve perspectivas que partiendo de concreciones espacio-temporales diversas trazan sendos caminos, tejen a través del lenguaje el hilo de la memoria que les devuelve a su origen.


.
Tan dispares sus puntos de partida como alejada puede parecer por ejemplo la situación de un reo frente al tribunal de la Inquisición, de la catarsis que sufre una mujer al observar una tirada del Tarot...; o el discurso “oficial” repentinamente truncado de un cargo público, de las imágenes que una niña evoca desde la soledad de su habitación...
.

Los podremos ver durante el mes de mayo y junio agrupados de formas distintas y en varios espacios escénicos de Barcelona.

Para empezar, tomen nota, el próximo 8 de mayo en las “Cotxeres Borrell” espacio amigo donde la Colegiata ya estrenó “En el Útero del Cosmos”.

Les mantendremos informados.

De momento les avanzamos el título de cada uno de ellos:





LA TORRE DE DESTRUCCIÓN
DESTINO, LA LIBERTAD
LA RUECA
ADIÓS AL OBSERVATORIO
RECORDANDO
EL ÁNGEL ESCULTOR
LA PARTIDA DE OCA
LA ENCRUCIJADA
LA CARTA


.

sábado, 11 de abril de 2009

Dos nuevas páginas en el anillo de SYMBOLOS


Si desde La Colegiata Marsilio Ficino reivindicamos el teatro simbólico, el de siempre, lejos del culebrón repleto de guiños y complicidades psíquicas, ora pizpiretas ora tremebundas, que sólo se reproducen a ellas mismas, celebramos el nacimiento de dos nuevas páginas de verdadera literatura, antítesis de "esos mediocres y gruesos novelones contemporáneos...esta antiliteratura de intrascendencia y bostezo que hoy se publica y aún se premia", como se anuncia en la presentación de una de ellas:
.

Federico González Frías
.

http://federico-gonzalez-frias.com/


En ella encontramos la obra literaria que aparece por entregas de su autor, y como Vds. saben también director de La Colegiata. Farsas y novelas aunque formalmente separadas de su obra metafisica, igualmente rompededoras e iluminadoras.

.
Y la otra nueva página:

.

.http://marginaliaonline.com/

.

Viajando por ella podrán encontrar textos, reseñas, etc... de autores que se corresponden con lo que entendemos por contracultura y literatura marginal.

Bienvenidos a la auténtica farsa, aquella que nos interpela ¿realidad o ficción?

.

lunes, 6 de abril de 2009

Acerca de "En el Útero del Cosmos"

.
Queremos recuperar ahora este vibrante artículo inédito que Mireia Valls escribió en plena gestación de su puesta en escena.
.
"Después del reciente estreno del espectacular auto sacramental Noche de Brujas, Federico González nos sorprende con un nuevo proyecto teatral basado en textos poéticos alquímicos que escribió hace años, los que ahora resuenan en la voz de un singular grupo de intelectuales.
.
Aunque ya conocíamos este trabajo literario suyo y nos hemos paseado durante años por cada una de sus inspiradas páginas buscando el espejo en el que reconocernos, nos asombra la dimensión que adquieren esos pensamientos al adoptar la forma teatral. Destacamos, para empezar, sus posibilidades plásticas y maleables, en el sentido de que estos textos se han reordenado mágicamente de una manera distinta al discurso original conformando una nueva creación, pero sin dejar de transmitir ni un ápice su esencia y poder evocador. El lenguaje es el protagonista, el sujeto y objeto de esta exploración intelectual, que cobra vida a través de unos personajes que lo reconocen como el sustento de un metalenguaje, con un alto poder transmutador, es decir como el vehículo para la labor alquímica del autoconocimiento, que es mucho más que la simple vivencia de unas posibilidades psico-físicas, y que en realidad se refiere a la aprehensión de lo universal, lo arquetípico y siempre a la vivencia de lo intangible y supracósmico, que precisamente el lenguaje contribuye a evocar de una manera asombrosa.
.
Otra cuestión preliminar a destacar es la forma de trabajo de la joven Colegiata Marsilio Ficino, cuyos integrantes, sin embargo, vienen practicado desde hace tiempo distintas modalidades del trabajo hermético, y que ahora se adentran en la ejercitación del arte escénico como soporte para transmitir y actualizar una enseñanza simbólica perenne. Una vez dadas las directrices acerca del guión y después de varios ensayos conjuntos, se sucede un tiempo de interiorización de los papeles y el estudio a fondo de los textos por parte de todos los integrantes de la Colegiata. Hasta aquí nada parecería distinguir este proceder del que es habitual en un proyecto de tales características, pero la cosa es mucho más amplia y rica de lo que aparenta a simple vista. La naturaleza simbólica y doctrinal de estos escritos los convierte en una plataforma para elevar el pensamiento hacia un ámbito en el que todos los que participan de él quedan religados por las ideas universales expresadas con un lenguaje siempre vivo, directo, paradójico, disolvente y coagulante al mismo tiempo. Se constituye, pues, una Escuela invisible, un aula etérea que reúne a las almas en el núcleo de su esencia única, y ello acontece en la medida que cada integrante va asimilando, comprendiendo y aprehendiendo lo que está implícito entre las líneas del libreto, y en cada palabra, de tal manera que lo que se reitera y vivencia no es la suma de una serie de experiencias particulares sino el diálogo de un ente único consigo mismo, todo lo cual conforma una entidad, un modelo del ser universal.
.
En el Utero del Cosmos es una obra atemporal, que sin embargo nos propone un cúmulo de imágenes muy actuales, próximas a la idiosincrasia del ser humano occidental, como plataforma para elevarlo a otros parajes ideales, desnudos ya de cualquier particularidad. De ahí que Federico González haya diseñado un escenario contemporáneo, sugestivo, potente y al mismo tiempo neutro. Los actores que dan vida a un grupo mixto de profesores universitarios aparecen revestidos de togas y birretes de diversos colores alrededor de una mesa con manteles rojos. La función fundamental del enmarque es la de delimitar un espacio-tiempo contenedor y vehiculador de unas posibilidades otras, además de ser una palanca para que las verdaderas “revoluciones”, que son las internas, puedan emprenderse desde un nivel literal y concreto hacia otras instancias del pensamiento mucho más desconocidas pero interesantes desde el punto de vista intelectual.
.

.
Estamos en presencia de una obra construida en base a un modelo cosmogónico, lo que se reconoce en cada uno de sus monólogos, en los que se va manifestando una doctrina integral e interiorizada, una enseñanza transgresora respecto de lo pequeño e individual pero liberadora por trazar nítidamente el recorrido de la universalización y la realización espiritual. Y decimos monólogos porque aunque los pensamientos y meditaciones fluyen por boca de diversos personajes, en el fondo se percibe un discurso único, el de un ser que juega a irse conociendo y revelando en sus indefinidas facetas, a través del Verbo proferido, hecho palabra, como rayo sonoro que proyecta su pensamiento a diversos grados de sí mismo, lo que posibilita otros tantos niveles de lectura y aprehensión del mensaje. De ahí también su carácter simbólico, que tiende puentes de arriba a abajo y de abajo a arriba, y que es tanto promotor de la transmutación alquímica como vehículo de la proyección del Principio.

.
.
En el Utero del Cosmos consta de dos actos diferenciados pero sutilmente unidos. En el primero, el grupo de intelectuales se reúne en un aula de estudios en una de sus sesiones habituales, donde ya se advierte el carácter ritual de sus encuentros y que aquello de lo que conversan es nuclear en sus existencias. Un grupo, por otra parte, nada convencional ni afín al oficialismo burócrata, competitivo, empresarial y también apolillado del fragmentado y especializado mundo universitario, sino representativo de lo que debe ser la universidad en sí: un ámbito en el que se aprehenden los ritmos, ciclos y claves del Universo. Una estructura simbólica que lo reproduce y recrea a través de sus códigos numéricos y lingüísticos. Un centro de transmisión de la doctrina, dinámico y siempre revolucionario. Un generador de nuevas posibilidades apoyadas en la Ciencia y el Arte Sagrados.
En este sentido, los parlamentos de apertura tienen un tono didáctico, revelan el carácter de la labor a la que se han entregado los convocados, sientan las bases del trabajo y la misión que les ha sido encomendada, presentan las herramientas en las que se apoyan para realizar el viaje interno, tanto por la próxima como por la desconocida conciencia. Sí, éste es un trabajo especular sobre la conciencia y sus niveles coexistentes y sucesivos, desde los más externos hasta los más internos, que paradójicamente son los más reales y liberadores...
Esas primeras intervenciones constituyen también una prueba de fuego para el espectador, que recibe como un bombardeo de pensamientos, de imágenes cambiantes, símbolos universales en acción, descripciones vívidas, afirmaciones rotundas fruto de la certeza, grandes dosis de broma y buen humor, tránsitos difíciles pero siempre catapultadores hacia nuevos mundos, claves para descifrar los secretos, una presencia intangible y el misterio siempre presente, o sea, una descripción simbólica del ser humano y el universo que a ciencia cierta poco tiene que ver con lo que a uno le han enseñado desde siempre, y que ahora puede topar con un mar de prejuicios y mucho, mucho asombro y perplejidad. Se puede entonces permanecer por siempre jamás del lado de la platea, y quedarse como público distante, o empezar a viajar por los dioramas que discurren en el escenario.
De hecho, esa es la magia del teatro para cualquiera de los implicados, tanto para el director, como para los actores, los escenógrafos, realizadores, apuntadores, y todo el personal de utilería, así como para los mismos espectadores. Todos pueden mantenerse en un nivel de simples observadores del gran Teatro del Mundo, ser los ejecutantes mecánicos de un papel que a lo sumo aumente y proyecte sus egos, o bien reconocerse partícipes de esa obra única de un único ser jerárquico del que cada cual en su libre albedrío puede ir encarnando todas sus posibilidades.
Las singularidades de los personajes, el tono que dan a cada declamación, sus estados de ánimo cambiantes a veces en una misma intervención, ciertos matices que los podrían encasillar como el loco de la película, el sereno, el independiente, el poético, el conciliador, el jovial, el taciturno, el melancólico, el psíquico, etc., etc., no son sino el espejo de los estados de ánimo de esa entidad única que se expresa a través de los parlamentos de los actuantes.
Y paradójicamente, los actores son y no son al mismo tiempo lo que actúan, van y vienen de la máxima lucidez a una cierta tontera, se elevan hasta el Silencio absoluto y caen en el lodo del pantano, monologan y dialogan simultáneamente, y con la magia del lenguaje van trenzando un panorama en el que todo está incluido y donde cada aparente parte es un modelo completo y reducido de sí mismos y del universo.
.
En el segundo acto todo fluye de una manera más distendida; el ambiente recogido del living del apartamento del rector de la universidad invita a la intimidad, a la confidencia y a la expresión descarnada de lo que se conoce y vive. Los convocados no se andan con rodeos y el discurso parece abandonar toda lógica racional. A simple vista pudiera parecer que todo se torna más inconexo, que no hay orden ni concierto entre lo que se dicen los amigos, cuando en realidad todo se está volviendo mucho más sutil, el tiempo y el espacio se dilatan, se abren mundos vírgenes y las correspondencias de sus simbólicas disertaciones son mucho más ricas, profundas.
Los parlamentos de los actores van adquiriendo un cariz sugestivo, helicoidal, indefinido y al mismo tiempo circular, y no son nunca pareceres particulares que se quieren imponer, ni hay pretensión de crear un “estado de opinión”, ni de provocar un juego dialéctico por momentos ingenioso, por otros enrevesado o bien estéril. No hay aprobaciones ni reproches, ni mucho menos juicios de valor. Nadie quiere convencer a nadie, ni someterlo a una perspectiva particular. Se respira un aire de búsqueda, de apertura de secretos senderos hacia la libertad, y de certeza, y revelación, y locura, locura de amor al Conocimiento. Entre ellos saben de lo que están hablando, y lo saben porque lo que dicen lo viven en toda su dimensión.
.
.
Este coloquio nada tiene que ver con lo que hoy entendemos por tal, sino que es un discurso otro, procedente de otro espacio. Es lo más parecido al gesto de la respiración, que con la inspiración inhala el silencio del Misterio y al espirar se torna Verbo, profiriéndose en esas formas tan poéticas, rítmicas, también numéricas y geométricas de cada uno de los parlamentos, que se van proyectando a diversos niveles, y percutiendo con sutiles vibraciones en otras tantas esferas del alma, que a su vez se van iluminando, amplificando. O sea, que cada alocución es en sí un todo que guarda secretas analogías con las demás organizando el gran concierto en el útero del cosmos. Y hay también saltos de nivel en el interior de cada una, brechas que conectan las esferas coexistentes de lo sensitivo con lo racional y a su vez con los conceptos y las ideas, y con los arquetipos, y con el Principio que es su origen y destino. Y lo que en una intervención parece oscuro, se ilumina con las palabras de la siguiente, o de la anterior o de la primera o la última.
.
Texto circular y a la vez espiral, extraño por momentos y siempre tan absolutamente cierto, En el Utero del Cosmos es una obra que contiene en sí indefinidas obras, cual la descripción del universo que hacía Giordano Bruno, o la idea del árbol de la vida dentro de otro árbol y a su vez dentro de otro de la Cábala hebrea, o la del círculo que es la matriz de todas las figuras geométricas, etc., etc.
Vista la naturaleza del libreto, es imposible entenderlo desde una mentalidad circunscrita a los sentidos y a la razón. De hecho, es mejor no pretender nada, y sólo dejarse mecer en esas ondas insinuadas que transitan por los parajes de la verdadera intelectualidad. Ser lo que se expresa de manera subliminal en cada palabra, gesto, tono o silencio. Estar dispuesto al derrumbe de la ilusoria personalidad, abrirse a la purificadora catarsis y a la vivencia de posibilidades no sujetas a la causa-efecto. Impregnarse de esa lluvia de palabras que van sugiriendo lo intangible. Rozar, y traspasar, con la ayuda del lenguaje, esa sutil frontera entre lo que se puede decir y lo Innombrable, tal es el poder de la palabra. Contemplar y actuar esta obra es un privilegio a la vez que un compromiso: el del ser humano que busca no sólo elevarse a la cúspide de la Gran Obra, sino también atraer lo de arriba hacia abajo, para que como dice la Tabla de Esmeralda, se obren los milagros de una sola cosa".
.